Los chapintocables nos sentimos orgullosos de ser el blog más visitado, querido, odiado, comentado y vigilado de Guatemala.
Somos el único medio nacional que lucha por el rescate del país diciendo la verdad sin importar a quien le duela. No estamos parcializados, no declaramos culpables sin pruebas ni absolvemos por cálculo político: solo decimos las cosas como son.
Esto lo hacemos porque somos guatemaltecos sin ataduras, precio o militancia. Nosotros no tenemos guardaespaldas, no tenemos dinero, no tenemos Mercedez, no tenemos avión privado, no estamos en la UFM, no vivimos en la zona 10 ni tenemos padrinos políticos.
Somos del montón, pero del montón que es víctima de la clase dominante, esa que sigue en el poder sin importar quién gobierne, esa que nos tiene hincados pero, gracias a Internet, no nos puede tener callados.
He aquí los 10 mandamientos del oligarca chapín:
1-No le molesta el robo de los recursos públicos, le duele que no sea él quien los robe.
2-No tiene problemas con los sobornos. Solo se indigna cuando otro corrupto gana más que él.
3-No le interesa la democracia, solo quiere que gobierno quien le puede beneficiar en sus interéses personales.
4-Le da igual que mueran indígenas, pilotos, negros, pobres, etc.
5-No le interesa saber la verdad del caso Rosenberg, solo le interesa afectar a los políticos del partido opositor (si es de gobierno) o al oficialismo (si es opositor).
6-No le interesa que se solucione el problema del narcotráfico, lo que quiere es que las ganancias se repartan con él.
7-No le interesa el chapín que arriesga su vida emigrando al norte, salvo que envíe la remesa para que la familia compre en su almacén.
8-Cree que los indígenas deben vivir en aldeas, alejadas del desarrollo, ser parte de los atractivos turísticos como si fueran de zoológico.
9-Le molesta el gobierno si le estorba en sus negocitos.
10-Odia la zona 10 si vive en otra zona, detesta las otras zonas si vive en la zona 10.
Conclusión: el oligarca fue español, hoy es chapín, puede ser amigo de gringos, puede ser bolivariano, puede ser cualquiera que se sirva impunemente en plato grande para que nosotros le paguemos la factura.
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